sábado, 16 de junio de 2012

Visceral



Te evoco en este sórdido lugar llamado mundo, plagado de personas frágiles inconscientes de su insatisfacción. Inmersos en este fatal tiempo que nos ha tocado vivir, no tan sangriento como en épocas pasadas, pero sí más destructor del individuo y su esencia, tu sola presencia me hace alumbrar a este páramo belleza en forma de simples letras, ilusión en forma de ganas y esperanzas fundamentadas en la desesperanza


Y tengo fe, tengo fe, porque si existen personas como tú este mundo no se vendrá abajo; porque si tu belleza se puede plasmar, renacerá el arte... porque hay amor pese a tanta incertidumbre, miedo, odio, banalidad y tristeza ignorada... porque hay felicidad pese a tanta miseria, vómitos y agujas infectadas.


Vivimos en una auténtica tragedia griega, en una función fratricida en la que posiblemente nosotros seamos los masacrados, pero... ¡y qué!, hasta en las más grandes tragedias helenas existe el amor, aunque tan solo sea entre un hijo y una madre desconocida. El nuestro, cual ave fénix, renace de la desesperanza realista y la fe romántica, muy poético, muy visceral, nuestro... sólo nuestro y sin ningún precio.


 

1 comentario:

  1. Yo no sé para qué me dices que lea entradas destinadas a un gato. La culpa es mía por hacerlo.

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